El Miedo...a veces sólo escuchar la palabra puede ponernos en angustia. Mucho se habla del miedo y de cómo puede afectar la vida misma,
pero tenemos que aceptar que el miedo existe, es un sentimiento natural que de
alguna manera está presente y hay que trabajarlo. Pero para trabajarlo primero
hay que conocerlo, entenderlo y aprender a observarlo para darle su justa
dimensión.
En principio es importante saber que el miedo tiene una función
que está relacionada a la precaución, a no ponerme en riesgo, es la
manera en la que nuestro inconsciente nos protege del peligro.
Recordemos que un sentimiento es la acción y efecto del sentir, es decir, es una sensación del cuerpo diferente de los pensamientos provocada por estímulos internos y externos, los cuales nos avisan de una necesidad. Por lo tanto son instrumentos de relación con el mundo y con nosotros mismos. Los sentimientos nos dicen lo que está sucediendo en nuestro interior y a nuestro alrededor.
La palabra miedo viene del latín "metus" y según el diccionario se define como "perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario. Recelo o aprensión que uno tiene de que le suceda una cosa contraria a lo que desea."
Antes de tener consciencia de nuestra existencia, ya experimentamos el miedo. Son muchas y muy variadas las respuestas que se dan al miedo ya que es una emoción sumamente compleja de entender, pues se haya integrada por la combinación de varios procesos que han ido surgiendo a lo largo de la evolución biológica.
- Desde el punto de vista biológico el miedo es un esquema adaptativo que constituye un mecanismo de defensa y supervivencia.
- Desde el punto de vista neurológico es una forma común de organización del cerebro primario de los seres vivos y consiste en la activación de la amígdala situada en el lóbulo temporal.
- Desde el punto de vista psicológico, es un estado afectivo emocional, necesario para la correcta adaptación del organismo al medio.
- Desde el punto de vista social o cultural el miedo puede formar parte de la persona o de la organización social.
El miedo puede ser provocado por causas internas o externas y se puede presentar de 3 modos:
- Miedo Instintivo, se tiene antes de sentirlo conscientemente, sus manifestaciones son idénticas en todos los seres vivos.
- Miedo Racional, es el miedo que experimentamos ante un supuesto o una figuración de un posible daño.
- Miedo Imaginativo, este tipo de miedo solamente es sentido por el ser humano debido a su poder de imaginación, cuanto más se desarrolle ésta, mayor será el miedo.
Cierto es que el miedo llevado el extremo nos paraliza, nos desfocaliza y nos hace vivir más lejos que cerca del amor, por ello es importante trabajarlo, ¿cómo? Primero que nada reconociéndolo, es decir, darme cuenta qué tipo de miedo estoy sintiendo (instintivo, racional o imaginativo). Una vez reconocido es importante confiar en mi sabiduría organísmica y en que yo mism@ tengo el poder de transmutar ese miedo. Preguntarme ¿qué me dice ese miedo de mí?, ¿qué asuntos pendientes están de fondo cuando siento miedo? Si con estas observaciones no es suficiente y requiero de profundizar más, siempre es buena opción el proceso terapéutico, ya que en él encontraré el acompañamiento y la contención que necesito para poder hacerle frente a mis miedos y no quedarme paralizad@ por ellos.
Espero que la información te sea de utilidad y en la siguiente entrada hablaremos de otro de los sentimientos básicos, la alegría.
Abrazos y nos leemos pronto.
María Eugenia Márquez León
Psicoterapeuta Humanista & Coach
Skype: eugenia.marquez
E-Mail: memarquez@gmail.com
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