Uno de los objetivos del proceso terapéutico es el de crear consciencia del "sí mism@", es decir, Ser las persona que realmente se es. A este respecto dejo un extracto del maravilloso libro "EL Proceso de convertirse en Persona" de Carl Rogers:
"Ser la persona que uno realmente es, implica otras características, una de ellas es que el individuo comienza a vivir en una relación franca, amistosa e íntima con su propia experiencia. A menudo en cuanto el cliente descubre una nueva faceta de sí mismo, la rechaza inmediatamente. Sólo cuando ese descubrimiento se lleva a cabo en un clima de aceptación, el individuo puede admitir provisionalmente, como una parte de sí mismo, los elementos hasta entonces negados.
Poco a poco los clientes aprenden que la vivencia es un recurso que puede brindarles ayuda, y no un enemigo temible.
A medida que el cliente adquiere la capacidad de aceptar su propia experiencia, también se halla en condiciones de aceptar la experiencia de los otros. Valora y aprecia su experiencia y la ajena por lo que ésta es. Refiriéndose a los individuos que se auto realizan, Maslow dice: "Uno no se queja del agua porque está mojada, ni de las rocas porque son duras...La persona que se auto realiza encara la naturaleza humana en sí mismo y en los demás de la misma manera en que el niño mira al mundo con los ojos muy abiertos, inocentes y sin crítica, simplemente apreciando y observando lo que corresponde y sin discutir las cosas ni pretender que sean diferentes". Observo que los clientes desarrollan en la terapia esta actitud de aceptación de lo que existe.
Otra manera de describir esta tendencia que observo en cada cliente sería decir que valoriza el proceso que él es y confía en sí mismo cada vez más. Observando a mis clientes he llegado a comprender mejor a las personas creativas. El Greco, por ejemplo, al mirar algunas de sus primeras obras debe haber pensado "los buenos artistas no pintan así". Pero de alguna manera confió en su propia vivencia de la vida, en el proceso de sí mismo, en una medida suficiente como para poder seguir expresando sus percepciones singulares. Es como si hubiera podido decirse: "Los buenos artistas no pintan así, pero yo pinto así".
En otro terreno Ernest Hemingway, por ejemplo, debía saber que "los buenos escritores no escriben así". Por fortuna decidió ser Hemingway, ser él mismo, en lugar de adecuarse al modelo externo de un buen escritor.
Einstein parece haber olvidado sin dificultad alguna el hecho de que los buenos físicos no pensaban como él. Su inadecuada preparación académica en física no fue un obstáculo que le impidiera continuar su labor; simplemente prosiguió hasta ser Einstein, hasta desarrollar sus propios pensamientos y ser él mismo con toda la honestidad y profundidad de que era capaz. Este fenómeno no ocurre solamente con el artista o el genio. Entre mis clientes he conocido a muchas personas sencillas que se convirtieron en individuos creativos en su propio ámbito; esto sucedió cuando desarrollaron mayor confianza en los procesos que ocurrían en su interior y tuvieron el coraje de experimentar sus propios sentimientos, vivir según sus valores internos y expresarse de maneras personales."
Carls Rogers en "El Proceso de convertirse en Persona"
María Eugenia Márquez León
Psicoterapeuta & Coach
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