martes, 16 de marzo de 2021

Sanar a veces saca ámpulas






Temazcal Mariposas

Recordando un artículo de Jeff Foster que comienza con la Frase: “Me siento peor pero estoy mejorando” y que habla de esta tendencia a suponer que la sanación siempre debe sentirse bien, me queda claro que en principio cada herida sana de diferente manera; hay algunas que hacen costra y no precisamente se han sanado, entonces cuando molestan, o quitan energía siendo obstáculo hay que abrirlas, entrar a ellas, hurgar en ellas, en pocas palabras pasear por el inframundo. Y sí que duele, pareciera que hay incluso retroceso, pero es parte del proceso de una sanación profunda y genuina, porque cuando está más limpia y sana esa herida el alma respira nuevamente.



Y esto lo comento porque hace algunas semanas estuve en una ceremonia de Kambó, en mi narrativa interna la hice a modo sólo de prevención pues no sentía tener ningún síntoma. Mientras estaba en el proceso me permití ser abrazada y besada por el sol, sintiendo justo el placer de quien recibe abrazos y besos de alguien especial.

La medicina hizo su efecto, con todo lo que implica el tipo de purga y ahí comenzó a salir la bilis, la incomodidad y el enojo almacenado, no visto, no expresado. Estaba tan ocupada transmutando mis tristezas que no vi al enojo, pero ahí estaba.. esperando el momento de salir. La siguiente semana me di cuenta de que estaba siendo “poco tolerante” a algunas situaciones y personas, pero luego recordé que la función del enojo es poner límites... y eso es más bien lo que estaba ocurriendo. 

Mientras esto pasaba a nivel de mis cuerpos mental y emocional, mi cuerpo físico estaba reaccionando a esos abrazos y “abrasos” del sol manifestados sobretodo en la espalda. Con los días pasé del ardor a las ámpulas que mientras completaban su proceso, me hacían entender que la medicina seguía activa haciendo su trabajo y liberando todo ese enojo contenido. Una semana después,  en un temazcal justo en la puerta del rumbo de Quetzalcoatl, los restos de piel comenzaron a desprenderse, literal me convertí en una serpiente cambiando de piel. El Atlachinolli, ese vapor caliente que sana, estaba ayudando a mi cuerpo y sobre todo a mi corazón a transmutar, me estaba ayudando a mí a colocarme en un mejor lugar. Y entendí que todo lo que pasa tiene un propósito. Tenía que quedarme al sol para recibir ese efecto sobre mi piel, esta piel que habito y que es el órgano más grande del cuerpo; tenía que hacer la transmutación desde el útero de Pachamama, para así rendirme y parirme nuevamente con ese cambio de piel que refleja los demás movimientos internos.

Una vez que el enojo atorado ha salido percibo que puedo tocar con más naturalidad otras emociones, y desde ahí puedo expresar mis sentires, veres y oíres; o simplemente retirarme y dejar de subirme a batallas innecesarias...(a pesar de mi Sol combusto con Marte en Leo). 

Hay espacios que a veces no son cómodos, pero sí necesarios para lograr un mayor auto entendimiento y tener presente que no es que ya todo se solucionó, pero sí al menos una de las habitaciones de mi psique quedó más ligera. 

Acá les dejo el texto de Foster que mencioné al principio

ME SIENTO PEOR, PERO ESTOY MEJORANDO

"Uno de los más peligrosos - y desconsiderados - mitos que hemos heredado de nuestra cultura es que la sanación es algo que siempre debe 'sentirse bien.' No, no siempre. A veces nuestro dolor realmente aumenta y se intensifica conforme la oscuridad emerge hacia la luz, conforme todo aquello que resulta indeseable se mueve en la consciencia, para ser aceptado. Pero el dolor o las molestias que de inmediato juzgamos como 'malas' o 'inadecuadas' - o como una especie de 'obstáculo' para nuestro despertar - podrían realmente ser un indicio de que nuestro sanar o nuestro proceso de despertar se está intensificando, no estancando; que nada está realmente saliendo 'mal,' desde una perspectiva más amplia; que hay una inmensa inteligencia aquí, haciéndose cargo de todo, siendo todo.

Confía en ti mismo. Confía en las formas que adopta este momento, incluso si se trata de alguna forma inesperada. Y, sobre todo, confía en que algunas veces olvidas cómo confiar.

Sentirte peor no siempre equivale a estar empeorando.

Pon atención a este momento, por mucho que duela".

- Jeff Foster
Temazcal Mariposas


María Eugenia Márquez León

Psicoterapeuta Humanista y Transpersonal

@artavaviviendoenplenitud

https://www.youtube.com/channel/UC0iEh2SlHdHvciAB7pG8P3A

domingo, 7 de marzo de 2021

"Las zapatillas rojas" y el reto de ponernos en nuestros zapatos



Hace algunos días conversando con mi gran amiga y hermana Karina Ávila, hablábamos de Mujeres que corren con lobos. Yo había tenido una semana de esas retadoras y coincidimos en hacer uso del libro a manera de oráculo y dejar que nos llegara el mensaje.

Al hacerlo el cuento que me “eligió” fue el de "Las zapatillas rojas” y eso me llevó a reflexionar que se habla mucho de que la empatía es en síntesis, ponernos en los zapatos del/la otr@, y sí (ya hablaremos de la empatía a profundidad en alguna otra entrada) pero qué hay de ponernos en los nuestros,  en los genuinamente nuestros sean como sean.  

Voy a hacer una síntesis muy breve de

esta historia: “había una vez” una pequeña muy pobre que no tenía para zapatos, así que decide hacerse unos con trozos de tela roja, no son quizá los más hermosos pero ella es feliz con ellos. Un día pasa en su carroza una mujer adinerada que decide adoptarla, la lleva a su casona, la baña y le da ropas y zapatos nuevos y elegantes., pero quema los que ella había hecho. La pequeña queda desconsolada porque para ella esos zapatos  representaban mucho. Finalmente acepta la pérdida en medio de los lujos. En una ocasión la mujer la lleva a comprar zapatos para su primera comunión y ella elige unos de color rojo brillante y vibrante,el tema es que los elige en cierto sentido desde carencia, la presunción y la necedad. De pronto las zapatillas adquieren vida propia y la niña comienza a bailar  una danza sin sentido y sin control. Bailó días y noches, con todos los climas, en algún momento llega a un cementerio donde un espectro le dijo que estaba condenada a bailar hasta convertirse en una aparición. La niña cansada llegó donde el verdugo y le pidió que la ayudara pues su vida así no tenía sentido. La única opción que quedaba era cortarle los pies con su hacha,  cuando lo hizo, los pies con las zapatillas se fueron bailando hacia la colina quedando la niña liberada de ese baile destructivo, pero sin pies.

Este cuento tiene a nivel psíquico un sinfín de símbolos importantes  que tienen que ver con el peligro que corremos cuando el deseo irracional y superfluo nos aparta de nuestra verdad más pura. La niña encontró una gran alegría cuando hizo sus zapatos, pero cuando fueron quemados, le fue más fácil esperar a que algo externo le volviera a llenar el corazón, y el resultado fue tremendo.

Al respecto de la lectura del cuento a nivel más profundo, Pinkola dice:

“El cuento nos invita a prestar atención a las trampas y los venenos con los que fácilmente tropezamos cuando estamos hambrientas de alma salvaje.

Cuando se muere de hambre, la mujer acepta cualquier sucedáneo que se le ofrezca, incluyendo los que, como placebos inútiles, no le sirven absolutamente para nada...El hambre del alma induce a la mujer a elegir cosas que la harán bailar locamente y sin control...hasta llegar finalmente a la casa del verdugo.

Las zapatillas rojas nos muestra cómo se inicia el deterioro y a qué estado nos reducimos si no intervenimos en nombre de nuestra propia naturaleza salvaje. No nos engañemos, cuando una mujer se esfuerza por intervenir y luchar contra su propio demonio cualquiera que éste sea, su esfuerzo es una de las batallas más dignas que se pueden emprender tanto desde el punto de vista arquetípico como desde la perspectiva de la realidad consensual. Aunque la mujer pudiera llegar como en el cuento hasta el fondo del mayor de los abismos por medio del hambre, la captura, el instinto herido, las elecciones destructivas y todo lo demás, el fondo es el lugar que alberga las raíces de la psique. Allí están los apuntalamiento salvajes de la mujer. El fondo es el mejor terreno para sembrar y volver a cultivar algo nuevo. En este sentido, alcanzar el fondo, aunque sea extremadamente doloroso, es también terreno de cultivo.”

Y bueno, como todo queda aquí el mensaje por si a alguien más le resuena. Saludos y gracias por leer


María Eugenia Márquez León

Psicoterapeuta Humanista y Transpersonal

@artavaviviendoenplenitud

https://www.youtube.com/channel/UC0iEh2SlHdHvciAB7pG8P3A

viernes, 5 de marzo de 2021

Artava, Viviendo en Plenitud


El sábado 27 de febrero con la energía de siembra y manifestación que despierta con Imbolc y su poderosa Luna Llena en Virgo, di  a luz a ARTAVA Viviendo en Plenitud un proyecto que se gestó en medio de la incertidumbre y de la deconstrucción de paradigmas en un año por demás peculiar. Los expertos en estas cosas de mktg dicen que es tener una marca; para mí es juntar en un concepto lo que llevo muchos años haciendo y que es mi pasión y propósito más claro: acompañar procesos humanos.

Artava, Viviendo en Plenitud es un espacio de acompañamiento transformacional con base a diversas herramientas terapéuticas que tiene como objetivo que te adentres en tu ser para vivir en plenitud por medio de programas individuales y/o grupales. 

Artava (Áartava) es una palabra de origen sánscrito que nos habla de ciclos y de la constante transformación que es la esencia de la vida, y de eso se tratan estos servicios, de entender que la única constante es el cambio y que en la medida que mejor lo integremos dentro de nuestras experiencias podremos vivir de manera más plena.

En este sentido, el objetivo de Artava es proveerte de herramientas que te acompañen en tus procesos de transformación y te acerquen a explorar todo tu potencial. Estoy a tus órdenes para acompañarte a descubrir tus virtudes.

Servicios:

*Psicoterapia Humanista con Enfoque Centrado en la Persona

*Psicoterapia Transpersonal con base en los mapas de la psique humana

*ANANDA, programa personalizado de acompañamiento para mujeres que fusiona Coaching y Ciclos Femeninos

* Bendición de Útero-Womb Blessing® (para Mujeres)

*The Gift (para hombres)

*Círculo de Mujeres bajo la metodología de la Dra. Jean Shinoda

*Numerología Tántrica

*Consultoría BioOrganizacional y de Negocios

*Coaching Ejecutivo y de Equipos

Acerca de mí

María Eugenia Márquez León. Licenciada en Sociología con Enfoque en Perspectiva de Género, Promotora en Desarrollo Humano por el ADEHUM, Terapeuta Humanista y Transpersonal con Formación en Sabiduría Indígena, Numerología Tántrica y Astrología Evolutiva, Moon Mother Nivel 2 certificada por Miranda Gray, Tejedora de Círculos de Mujeres bajo la metodología de la Dra. Jean Shinoda, Fundadora y Coach en AÚNA, Consultora en Desarrollo Organizacional, Coach Ejecutiva y de Equipos certificada por Reencuadre. Creadora de Artava, Viviendo en Plenitud

@artavaviviendoenplenitud

https://www.youtube.com/channel/UC0iEh2SlHdHvciAB7pG8P3A