Hace algunas semanas leí acerca del Timo, que es una pequeña
glándula en el centro del pecho, se ubica pegadito al corazón, detrás del hueco que
tocamos cuando decimos “yo”. Viene de la palabra griega “thýmos”, cuyo
significado es “energía vital” y está vinculado con el corazón y el
Alma,
No se habla mucho de él pero es de gran importancia. El timo
crece cuando experimentamos alegría y se hace chiquito cuando experimentamos
estrés. En estudios se ha rebelado que va disminuyendo su tamaño pasada la
niñez (por qué será) pero se ha demostrado que sigue estando activo y no es
“anormal” que se vea grande en la edad adulta.
El timo es uno de los pilares de nuestro sistema
inmunológico, junto con las glándulas suprarrenales, mismas que colaboran con le hipotálamo y la glándula pituitaria para liberar hormonas básicas para la regulación de nuestro metabolismo y la espina dorsal Está también directamente conectado a los sentidos, la consciencia y el lenguaje.; hace
conexiones hacia afuera y hacia dentro.
"Si somos invadidos por microbios o toxinas, reacciona
inmediatamente produciendo células de defensa. Pero también es muy sensible a
imágenes, colores, luces, olores, sabores, gestos, toques, sonidos, palabras y
pensamientos."
Así pues el timo trabaja directamente con nuestras emociones,
amenazas, regula y ajusta su tamaño en función a qué pasa con nosotr@s, ante la
manera en que experimentamos la vida.
Estamos transitando por una situación que nos ha hecho tocar
las polaridades, el dolor, la incertidumbre; quizá hemos tenido pérdidas en muchos
sentidos y tal vez hemos tocado fondo. Hemos danzado entre el miedo y la
esperanza, entre el enojo y la ilusión, y nos hemos sentido perdid@s, así
que creo muy importante trabajar con nuestro timo. Hay cosas que no vamos a
poder cambiar, pero sí podemos darle a esa pequeña glándula (que es tan grande
en sus funciones) palabras, colores, notas, todas esas cosas que nos sacan la
alegría y que nos ayudan a anclarnos al aquí y ahora desde un lugar donde lo
que predomine sea el amor.
María Eugenia Márquez León
Terapeuta Humanista y Transpersonal
Fecilitadora en Desarrollo Humano
y Organizacional
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